El 3 de noviembre, la Iglesia Católica celebra a San Martín de Porres. Fray Martín es uno de los santos más populares entre los niños ya que ejemplifica a la humildad, la bondad y el desprendimiento para ayudar a los más necesitados y desvalidos. El primer santo moreno del Perú es un personaje que vale la pena conocer para comprender el porqué de sus actividades y de su santidad.
¿Quién fue Fray Martín de Porres?
Martín de Porras Velázquez nació en Lima el 9 de diciembre de 1579 y falleció el 3 de noviembre de 1639.
Fue un fraile de la orden de los dominicos y es el primer santo mulato de América. Popularmente conocido como «el santo o frayle de la escoba» es representado con una escoba en la mano como símbolo de su humildad, además de ser un gran conciliador al juntar a «perro, pericote y gato» como se puede apreciar en muchas de las estampitas gráficas.
En 1591 recibió el sacramento de la Confirmación de manos del arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo. Martín inició su aprendizaje de boticario en la casa de Mateo Pastor. Esta experiencia sería clave para Martín, conocido luego como gran herbolario y curador de enfermos, puesto que los boticarios hacían curaciones menores y administraban remedios para los casos comunes.
Vivía cerca del convento dominico de Nuestra Señora del Rosario y su claustro por lo que conoció de cerca la labor de la Iglesia en el barrio de Malambo.
Al ingresar al Convento recibiría por ser mulato y bastardo un trato racista: no podía ser fraile de misa e incluso le prohibieron ser hermano lego.
En 1594, Martín entró en el convento en calidad de aspirante a conventual sin opción al sacerdocio. Dentro del convento fue campanero y es famoso por su puntualidad y disciplina en la oración.
Su preocupación por los pobres fue notable. Se sabe que los desvalidos lo esperaban en la puerta del convento para que los curase de sus enfermedades, vistiera o les diera algo de comer.
Casi a sus sesenta años, Martín de Porres cayó enfermo y entendió que había llegado la hora de encontrarse con Dios.
Toda la ciudad salió a las calles en forma multitudinaria donde se mezclaron gente de todas las clases sociales para darle el último adiós.
Fue canonizado en 1962 por Juan XXIII y es patrono de la Justicia Social y de los hermanos cooperadores dominicos.
En la actualidad sus restos descansan en la Basílica y Convento de Santo Domingo, de Lima, junto a los restos de Santa Rosa de Lima y San Juan Macías en el denominado «Altar de los Santos de Perú».
Fray Martín, el amigo de los animales
La caridad de Fray Martín no solo era para las personas, sino que también se ocupaba con gran esmero de los animales, sobre todo cuando los veía heridos o faltos de alimentos. Tenía un lugar en la casa de su hermana donde albergaba a gatos y perros con todo tipo de enfermedad. Parece que los animales le obedecían por particular privilegio de Dios. Uno de los episodios más conocidos de su vida es que hizo comer del mismo plato a un perro, un perico y un gato.
Casa de San Martín de Porres
Es el lugar en donde nació san Martín de Porres. La casona es muy bonita y está llena de azulejos coloridos. En este sitio del centro histórico de Lima hay una pequeña y modesta capilla, una farmacia solidaria y un albergue en el que se da de comer a adultos mayores de escasos recursos ya que este Santo era conocido por cuidar de los desprotegidos. La casa de Fray Martín está ubicada en el Jirón Callao 534, Cercado de Lima.
El Olivo plantado por San Martín de Porres hace 374 años
Visita el único árbol de olivo plantado por Fray Martín de Porres hace 374 años en el bosque El Olivar de San Isidro, Lima, Perú. Su ubicación fue posible gracias a un estudio científico con tecnología de punta realizado por especialistas locales y expertos de la Universidad Politécnica de Madrid, quienes confirmaron que la edad del ahora llamado “olivo histórico” es de 374 años.
Consejos para llevar a tus niños a la procesión de San Martín de Porres en el Centro Histórico de Lima
La procesión de San Martín de Porres es una de las celebraciones religiosas más importantes del Perú, especialmente en Lima. San Martín, conocido como el «santo de la escoba», es una figura venerada por su humildad, generosidad y amor por los más necesitados. Si tienes pensado asistir a esta devota procesión con tus hijos, es importante tomar en cuenta algunas recomendaciones para disfrutarla en familia de manera segura y placentera. Aquí te dejamos algunos consejos clave:
1. Explícales quién es San Martín de Porres y su importancia
Antes de salir de casa, tómate un momento para contarles a tus hijos quién fue San Martín de Porres y por qué es tan querido en el Perú. Hablarles sobre su vida y sus virtudes, como la humildad, la caridad y el servicio a los demás, les ayudará a entender la importancia de la procesión y los inspirará a vivirla con respeto.
2. Elige ropa cómoda y adecuada para el clima
Al ser una procesión que se realiza en noviembre, en pleno inicio del verano limeño, es esencial vestir a los niños con ropa ligera y cómoda. No olvides llevar gorras o sombreros para protegerlos del sol y usar protector solar. También asegúrate de llevar zapatos cómodos, ya que la caminata puede ser larga.
3. Mantén hidratados a los niños
Las largas caminatas y la concentración de personas pueden hacer que los niños se sientan sedientos. Lleva contigo una botella de agua reutilizable para mantener a tus hijos bien hidratados durante toda la procesión. Además, un refrigerio ligero, como frutas o galletas, les puede dar energía en momentos de cansancio.
4. Evita las zonas de mayor aglomeración
La procesión de San Martín de Porres, al igual que la del Señor de los Milagros, suele atraer a miles de devotos. Si vas con niños pequeños, lo ideal es que te mantengas alejado de las áreas más concurridas para evitar empujones o accidentes. Busca un espacio más tranquilo desde donde puedan observar la procesión con calma.
5. Establece un punto de encuentro en caso de separación
La procesión recorre varias calles del centro de Lima, lo que puede hacer que, en algún momento, te separes de tus hijos en medio de la multitud. Para evitar sustos, establece un punto de encuentro visible y enséñales a tus hijos qué hacer en caso de que se pierdan. Si son muy pequeños, puedes ponerles una pulsera con tu número de teléfono.
6. Lleva una silla plegable o cochecito
Si tus hijos son pequeños y se cansan rápidamente de caminar, una silla plegable o un cochecito puede ser de gran ayuda. Así podrán descansar mientras continúas acompañando la procesión, sin que ellos se sientan agotados.
7. Usa colores llamativos o prendas identificables
En eventos masivos, es fácil perder de vista a los niños entre la multitud. Una buena idea es vestirlos con prendas de colores brillantes o llevar algún accesorio que los haga fácilmente identificables, como una gorra o chaleco fosforescente. Esto te permitirá ubicarlos rápidamente en caso de que se separen de ti.
8. Sé un ejemplo de respeto y devoción
Los niños suelen imitar lo que ven, por lo que es importante que, como padres, les enseñes a comportarse con respeto durante la procesión. Explícales que es un evento religioso y que deben guardar silencio en momentos importantes, como las oraciones o cuando la imagen de San Martín pasa cerca de ellos.
9. No olvides el paraguas o impermeable
Aunque noviembre suele ser un mes caluroso en Lima, siempre es bueno estar preparado para cualquier cambio en el clima. Un paraguas compacto o un impermeable ligero pueden ser útiles si el día se vuelve lluvioso de forma inesperada.
10. Enséñales el valor de la solidaridad y el servicio
La procesión de San Martín de Porres es una excelente oportunidad para enseñar a tus hijos el valor de la solidaridad. Puedes contarles algunas de las historias más conocidas del santo, como su ayuda a los enfermos y los más necesitados. Esto les ayudará a entender el verdadero significado de la devoción hacia él y a reflexionar sobre la importancia de ayudar a los demás.
11. Haz de la experiencia un momento familiar
Participar en la procesión de San Martín de Porres es una gran oportunidad para fortalecer los lazos familiares. Después de la procesión, puedes aprovechar para compartir un momento especial en familia, como una merienda en el centro histórico o una visita a los lugares emblemáticos de San Martín, como su capilla en el Convento de Santo Domingo.
12. Evita llevar objetos innecesarios
En eventos multitudinarios, lo mejor es llevar solo lo esencial. Evita cargar con demasiadas cosas, ya que puede ser incómodo tanto para ti como para tus hijos. Un bolso pequeño con lo necesario (agua, snacks, pañuelos y un botiquín básico) será más que suficiente.
13. Aprovecha para enseñar valores
Aprovecha la ocasión para conversar con tus hijos sobre los valores que representa San Martín de Porres: la humildad, el servicio a los demás y el amor a Dios. Estas lecciones pueden quedarse con ellos más allá de la procesión y ser una inspiración en su vida diaria.
14. Infórmate sobre el recorrido de la procesión
Antes de asistir, es importante que te informes sobre el recorrido de la procesión y los horarios estimados. Así podrás planificar mejor tu asistencia y evitar zonas de mucho tráfico o de difícil acceso con niños.
15. Disfruta el momento
Finalmente, lo más importante es disfrutar de este momento especial con tus hijos. La procesión de San Martín de Porres es una celebración cargada de fe, devoción y tradición. Aprovecha esta oportunidad para crear recuerdos inolvidables en familia y compartir juntos el orgullo de ser parte de una de las tradiciones más queridas del Perú.
Con estos consejos, podrás vivir la procesión de San Martín de Porres en el Centro Histórico de Lima de manera segura y significativa, permitiendo que tus hijos experimenten una de las tradiciones más hermosas del Perú, mientras fortaleces el vínculo familiar en un ambiente de fe y devoción.
Más actividades para niños